El teleñeco de papel
Tristura y amargueza. El mundo que tenemos es el que nos merecemos. Lástima de nuestro hijos.
domingo, 9 de agosto de 2020
Tiempos angostos
Es en esos momentos cuanto una palabra o una sonrisa pueden marcar una gran diferencia. No estoy hablando de que me dejes yacer con tus mujeres, que me regales un caballo o que me brindes tus mejores vinos. No quiero de ti El Secreto del Acero. No. Sólo quiero que uses un poquito lo de la empatía, que es un invento fetén, y lo apliques.
Por causas naturales estos días estoy en el Hospital con mi hijo y tanto mi mujer como yo estamos viendo ciertos comportamientos en personas que tratan con seres humanos que le dejan a uno cuando menos pizcueto. Supongo que hay personas que tratan tanto con El Mal que se inmunizan y tienden a poner una barrera entre ellos y El Mundo, pero no nos olvidemos que tras cada expediente, tras cada etiqueta y tras cada número hay una persona con unos sentimientos y con unas necesidades que si bien no estás dispuesto a cubrir o no puedes, facilítaselo.
Una sonrisa, una mano en el hombro, un "enseguida", un "voy", un "voy a preguntar..." No creo que sea para tanto ni tan complicado.
Siempre me están diciendo que soy un poco lerdo en ese sentido, que siempre me siento mal por no llegar a satisfacer a todo el mundo y que como soy así de tonto al final hago el tonto. A veces pienso que lleva razón, que la gente como yo sólo hacemos el tonto. Pero la gente que te mira por encima del hombro, que te responde con un NO a una petición, y que, pese a que su trabajo es ese, no facilitan la vida de los demás, esa gente, tiene un sitio reservado en el universo.
Y francamente. Miro mi sitio y miro el suyo y creo que prefiero el mío. Moraleja: si no puedes ayudar, no estorbes. Si no puedes facilitar, no compliques. Si no sabes torear, pa que te metes.
miércoles, 21 de septiembre de 2016
Barcos llenos de agua
Y pienso y me busco y no me encuentro. O no quiero hacerlo. Veo lo que soy, lo que hay, lo que significo y no me gusta. Es tanto de nada y tan poco de todo...
No era esto lo que os prometí, nada lo es. Una simple y burda broma en comparación a nuestras aspiraciones más primitivas. No era esto. No es esto.
Y sin embargo seguimos remando. ¿Por cuánto? ¿Para qué? No lo sé, pero si dejamos de remar el agua inundará nuestro barco. Y nadie quiere un barco lleno de agua...
Esas miradas duelen más que cien puñales, metálicos, oxidados, certeros... Esas miradas de "ey, lo has intentado, pero..." que hacen que me vuelva loco. Esas miradas que harían temblar los cimientos de más de un Imperio. Esas miradas... Vuestras miradas...
Y me siento en un rincón, sólo, agotado, sintiendo que soy un inútil por no haber podido hacer todo de otra manera, de llegar a todo y de faltar a nada. Soy un loco que quiere bailar para goce de los demás y no le importa. Porque en el fondo es eso lo que me preocupa...
No sé callar, pero tampoco decir nada. Soy una migaja del oscuro tránsito del destino y no puedo hacer nada. No tengo nada mío y lo que soy es vuestro. Sólo me queda miedo, angustia, dolor, aflicción...
Caminos cortados en noches oscuras. Solas vigilias y ruidosas madrugadas de incierto desenlace. No sé qué tienen vuestras miradas que me dan la vida cada día pero me matan poco a poco cada noche.
Una noche más es una noche menos, irremediable, imparable. No podemos hacer nada a menos que queramos ya que, en nuestra locura, creernos que La Muerte está frotándose las manos es la mayor de nuestras derrotas.
El dolor no mitiga, ni creo que lo haga. El insomnio hace de pareja de este pobre loco en un baile ensordecedor que turba los sentidos, antaño vivos. Una flor seca, marchita, se encoge en algún lugar, sola, marrón, muerta ya sin vida.
Eso es, sin lugar a duda, la única y pura verdad. La Parca nos espera al otro lado y no le importa qué tengamos, qué seamos o a quién hayamos amado. Sólo en el último momento antes de subir a su barca podremos valorar El Camino Andado...
¿Habrá merecido la pena?
domingo, 27 de septiembre de 2015
Miedos
viernes, 18 de septiembre de 2015
SOÑEMOS, DURMAMOS...
Vamos, soñemos, durmamos, que así las penas quedan en una esquina. Seamos libres por unas horas y dejémonos abrazar por las sinuosas enredaderas de las densas dormideras.
Vamos, soñemos, durmamos. Seamos lo que queremos ser por unas horas aunque se nos antojen escasas. Demos descanso a nuestros maltrechos cuerpos, ajados, doloridos, marchitos...
Vamos, soñemos, durmamos, que quizá con los ojos cerrados la realidad sea otra, oliendo a extrañas fragancias indescriptibles en palabras humanas.
Vamos, hagamos sólo esta noche lo que debemos, Amiga, descansando tu cabeza en mi hombro. Cierra los ojos, fuerte, que la luz del alba ya asoma. Y con ella el día...
DÉJAME SER TU ROCA
"Todo pasa" me dijo alguien una vez. Y que todo acaba pasando es seguro. Nos sentimos inmunes en nuestros castillos de naipes y pensamos que nunca nadie nos derribará pero nada más lejos de la realidad.
Arena, polvo, costumbre, dependencia... Todo forma la estructura que sujeta nuestra miserable vida, dando prioridad a cosas inservibles y alas a deseos vanos, huecos y vacíos. Todo pasa, sin lugar a dudas.
De cada segundo que hemos perdido deberemos rendir cuenta al final denuestro viaje, añorando cada oportunidad, llorando por cada ocasión. Si es triste que el que la hace la pague, más triste es tener que pagarla sin haberlo intentado siquiera.
Así en cada mirada, en cada pensamiento, en cada gesto, una pequeña parte de nosotros se marchita, agoniza, en esencia muere. Sin remisión, sin segundas oportunidades. Todo pasa, te guste o no.
Y nunca estamos preparados para esa ráfaga de viento que tira nuestras murallas hechas de cartas, esa ola que barre nuestras almenas de arena, nuestra falsa seguridad, nuestros más oscuros deseos.
Porque una cosa está clara, compañero, que si hay algo más cierto que "nada es para siempre" es que La Parca nos espera a la vuelta de la esquina, acechando, sin prisa, con la seguridad de aquel que sabe amarrada su presa. La paciencia es un don que sólo unos pocos dominan pese a que todos practicamos.
¿Paciencia? ¿Para qué? El dolor sólo da alas a mi desgracia y simplemente anima a mi angustia. Añoranza de tiempo pasado, maldita seas, animando los fuegos de la incertidumbre. Ahora aquí me veo triste y cabizbajo como el niño que esperaba a un padre que siempre llegaba dando un portazo dejando la humanidad en el portal.
Sólo unos pocos me acompañan porque así lo quiero yo. De esos elegidos cual malditos en una profecía, son sólo unos pocos los que quiero a mi lado. Todo pasa, gente, todo pasa. Ansía la vida que no puedes tener y quizá pierdas la que todo lo demás te brinda. Mírame a mí, aletargado, taciturno, menguado, agotado...
Vamos, una vez más, sólo una. Hagamos el esfuerzo sobrehumano de querer llegar algo más allá. De cruzar la linea saltando. De no ser, para variar, el último. ¿Podremos hacerlo? Yo estaré a tu lado, Flor, como siempre lo he estado. Y como siempre lo estaré. Pese a que todo pasa, yo seré tu roca.